Personajes

Alfonso Diez

alfonso@codigodiez.mx

Cómo salvar a PEMEX y a México

* Las ganancias de PEMEX se van al exterior, gracias a la Deuda Externa

* El petróleo es del mejor postor una vez extraído, no de la nación

* El 60% de la gasolina que exporta EU lo importa México

 

Hay puntos tan evidentes en la lógica del análisis que por lo mismo nos olvidamos de tomarlos en cuenta al plantearnos los problemas nacionales verdaderamente graves.

Parece muy simple esta afirmación, pero no lo es. En la discusión sobre la conveniencia o no de permitir la inversión extranjera para extraer petróleo y refinarlo se pasan por alto estos puntos porque se antoja muy elemental comentarlos:

El subsuelo es propiedad de la nación y en consecuencia también lo que se extraiga del mismo.

Nadie discute esta aseveración, pero si a una empresa que no sea PEMEX se le permitiera extraer petróleo y/o refinarlo para producir gasolina NO se le estaría entregando en propiedad el subsuelo, simplemente se le estaría dando un permiso, concesión o licencia, como quiera llamársele, para que:

A.-) Invierta una considerable cantidad de dinero en buscar nuevos yacimientos, sin  garantía de éxito, y en consecuencia si no lo logra perderá todo lo invertido.

B.-) Una vez localizado el petróleo en el subsuelo deberá invertir de nuevo enormes sumas de dinero para extraerlo y posteriormente venderlo, sea al mercado local o al extranjero.

C.) Pero al llegar al punto anterior pagaría a la nación por lo menos el 50% del producto de la venta tan sólo en derechos, si se le aplica la misma tarifa que a PEMEX, y a esto habría que sumarle el 15% de IVA, que también ingresa a las arcas nacionales, lo que significaría un 80% de sus ventas.

D.-) Ese petróleo extraído, una vez fuera del subsuelo pertenecerá simplemente al mejor postor, sea que lo extraiga PEMEX o una empresa extranjera, en cuanto pasa a comercialización deja de ser propiedad de la nación.

E.-) El 80 % de las ventas mencionado en el punto C que tiene que pagar PEMEX es precisamente lo que lo pone al borde de la quiebra. Esa enorme carga fiscal le ha impedido invertir en nuevas refinerías y en el desarrollo de nuevas exploraciones partiendo inclusive de los yacimientos que ya se han localizado.

F.) Así que, no debemos espantarnos si además de PEMEX se le permite invertir en exploración a Juan, a Pedro, a John, a Francois, a Venancio o a quien sea: NO se les estaría entregando en propiedad un pedazo de nación, simplemente se les “prestaría” un  pedazo de tierra para que ayuden a PEMEX con su capital, su experiencia, sus aportaciones tecnológicas y su fuerza de trabajo a localizar y sacar ese petróleo… y cobrándoles un costo sumamente alto: el 80% de sus ventas.

G.) A PEMEX ya no la pueden ayudar ni siquiera los excedentes petroleros, del orden en 2007 de 11 mil 500 millones de pesos porque ahora, con la Reforma Fiscal, esos excedentes se reparten entre los estados.

Luego viene el tema de las refinerías. En México hay cuatro solamente porque no se ha construido una más desde hace treinta años debido a la falta de capital de PEMEX por la enorme carga fiscal que lleva a cuestas; en Estados Unidos hay 149.

México vendió a EU su barril de petróleo en 60 dólares en promedio en 2007 y compró el barril de gasolina, refinada de ese petróleo, en 90 dólares y lo peor es que de toda la gasolina que exporta Estados Unidos, el 60% lo compra México. Somos su mejor comprador.

Pero la culpa no es de ellos, es nuestra por hacer caso a la absurda obstinación de los políticos populistas que insisten en que si se permite la inversión privada nacional o extranjera en el área petrolera estaríamos entregando soberanía. Pero acabamos de ver que eso es falso.

El político opositor que sólo quiere ganar votos ataca todo, está inconforme con todo, porque sabe que en la medida que el país pierda perderá el gobierno y en consecuencia eso le redituará posibles nuevos votantes; un ejemplo es precisamente el de la gasolina: atacan porque la importamos, atacan porque no la exportamos pero cuando ha estado más barata que en Estados Unidos por lo que sea y los consumidores “del otro lado” cruzan a México para comprarla critican ferozmente al gobierno mexicano por permitirlo.

¿De qué se trata? Necesitamos muchas más refinerías y mayor producción de petróleo en base al descubrimiento de nuevos pozos petroleros, pero PEMEX no lo puede lograr, no tiene el capital necesario.

Brasil lo entendió, hizo las reformas pertinentes y en diez años transformó su industria petrolera en una de las más exitosas. Y recordemos que se trata de un país presidido por un gobernante socialista.

Cuba no sólo permite la inversión extranjera, invita a otras naciones a buscar petróleo en su subsuelo y en sus plataformas marítimas; al mismo Estados Unidos lo ha invitado a participar, pero el embargo que mantiene este país contra la isla ha impedido a los inversionistas de esa nación participar en el apoyo a Cuba buscando, extrayendo y refinando petróleo. Y ésta es también una nación socialista.

Si México sigue como va, sin Reforma Energética que permita la inversión privada, nacional o extranjera, de Juan, Pedro, John, Francois, o Venancio se quedará sin petróleo en diez años y se convertirá no solamente en importador de gasolina, que ya lo es, sino en importador de petróleo.

Para qué nos hacemos tontos, el capital no tiene nacionalidad y el mismo que invierte inclusive PEMEX ya lo debemos a bancos extranjeros; pagamos miles de millones de dólares por la Deuda Externa, así que ya por ahí tenemos a las grandes fortunas del mundo como socias de lo que se invierte en nuestro país.

La mayor producción de PEMEX y/o de otras empresas petroleras en México y la multiplicación de refinerías en la nación podrían ayudarnos a salir del hoyo de la Deuda Externa.

Pero todo lo anterior no se logrará si no entran las inversiones a México. Recordemos esto para dejar de espantarnos con el petate del muerto.

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